[Foto: Autor Desconocido]
Al menos por un instante
renunciaré a bautizar las cenizas,
a marchar con guijarros
dentro de los zapatos
y a erigir ciudades
donde sólo germinan escombros.
Porque incluso las gaviotas
emprenden un último viaje,
antes de aceptar
la salinidad de la noche,
es que pretendo
darle batalla a la neblina.
Y mientras dure ese instante
no cederé terreno
a la asfixia de la palabra,
ni daré por perdida la carrera
antes de tiempo,
antes del verdadero final
de mis finales.
No busco pues sobrevivir
a los barbitúricos de la nada,
sólo resistir el sudor del canto
en el pecho de las oquedades
lo suficiente
como para descubrir un latido.
Antes de morir, antes de morir... Antes de morir migrarán las espinas.
ResponderEliminarEspero que lo hagan, pero mucho antes de que llegue la hora nefasta.
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